fbpx

Una marca personal, de verdad

Creo que fue en las primeras olimpiadas que viví frente a una pantalla cuando descubrí el término “marca personal”. Todos los deportistas tenían una, en velocidad, en salto, incluso era el pasaporte que les había permitido alcanzar lo que todos aseguraban que era la de su vida, participar en unos juegos olímpicos.

Era una marca que se asentaba sobre el esfuerzo diario de años de trabajo, donde solo había un dato al que se tenían que enfrentar, el del segundero de un cronómetro, el de una verdad única para todos.

No había trampa ni cartón, la verdad de tus datos sobre la pista determinaba tu marca personal, eso era así hace 40 años y también el próximo 23 de julio de 2021, cuando por causa del Covid, se celebren un año tarde los Juegos Olímpicos de Tokyo.

Todos tenemos nuestra marca personal

Todo cambia cuando llegamos al mundo del marketing y la comunicación, y pretendemos crear una marca personal en cuestión de meses y no de años. Como dice y aplica una de las personas que más sabe: Cipri Quintas, “la marca personal es algo de lo que hoy en día todo el mundo habla, parece que sin ella no somos nadie. Todos buscamos herramientas hasta debajo de las piedras para poder construirla, algoritmos en buscadores y redes sociales, campañas personales,…” pero como dice Cipri Quintas “¿Has mirado dentro de ti? ¿Y si ya la tienes? sólo que no te has dado cuenta…”

Esa es la realidad, todos tenemos nuestra marca personal, quizás no podamos hacer los 100 metros en menos de 10 segundos, pero tenemos nuestra “verdad” y sobre ella debemos trabajar, y como todo proyecto tendrá unas metas y unos tiempos.

En un mundo basado en lo digital y el conocimiento, muchos intentan saltarse algunos pasos para alcanzar lo que ven como su “negocio” pero que en realidad es una forma de vivir, que ayudará a que otros vean nuestros verdaderos talentos, por lo que es más probable que nos seleccionen para puestos o responsabilidades, interesantes, y nos ayuda a diferenciarnos de los demás, pero el movimiento se ha de basar siempre e “nuestra verdad”.

Esa verdad es la que nos ha de guiar por el camino, muchas veces sinuoso, que nos ha de llevar al destino que tenemos marcado, o cerca. La marca personal es importante para un directivo, que requiere una identidad digital potente, para un autor, para un político y como no, para el administrativo de una empresa.

La marca personal favorece el avance profesional, elimina el síndrome del “impostor” y nos permite mostrar de forma honesta nuestras habilidades. Para ello lo primero es entender que no hablamos de la autopromoción basada en valores vacíos o intangibles, nuestros pilares siempre han de poderse medir, para que sean terceros los que determinen de forma transparente el valor de nuestra marca personal, el resto es un error o ganas de engañarnos a nosotros mismos.

aporte-marca

En tu marca personal ¿Qué te diferencia? ¿Qué valor aportas?

De la misma manera que en la crisis de 2008 y en la que estamos viviendo actualmente, tener una buena reputación ha permitido que muchas empresas hayan sobrevivido, aquellas que no han dejado huella en la sociedad, que no se han tomado tiempo en la gestión honesta y sincera de su imagen proyectada en la comunidad, han desaparecido o se están limitando a sobrevivir, algo cada día más complicado en una sociedad donde todo lo mira, todo lo analiza y todo lo mide.

Debemos pararnos y buscar ese valor que inicialmente ningún otro profesional o empresa puede aportar al mercado, esto como mantra queda muy bonito pero es falso, entre tantos millones de personas hay miles que hacen lo mismo que nosotros en nuestra propia ciudad, pero si es cierto que podemos sumar valores e ir ajustando el filtro, para poco a poco ser más “exclusivos” siempre en base a la verdad, a nuestra formación, a nuestra experiencia, a la imagen en nuestra web y en nuestras redes sociales, a nuestra participación en foros, congresos, a la participación en libros corales o incluso el nuestro propio, a los testimoniales de nuestros clientes, a los casos de éxito en los que participamos… es decir, en base a un trabajo orientado a unos objetivos.

Las opciones son sencillas, podemos ser como las marcas blancas que se amontonan en las estanterías de un Centro Comercial, donde el valor es el “precio bajo” o buscar estar en las cabeceras de las góndolas, donde la diferenciación nos permite aumentar nuestro valor, y para ello, además de ser un buen producto, sostenible y saludable, debemos de construir, promocionar, comunicar y posicionar donde se merece.

La Marca Personal la pones tú, nosotros sólo te ayudamos a descubrirla

¿Hablamos?