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SEO sin Cookies: La cosa se complica

Las cookies han sido nuestras queridas aliadas. Antes de la obligación de pedir al usuario el consentimiento explícito de las mismas nuestro trabajo era “más fácil” a la hora de conocer el número de sesiones y métricas de usuario de nuestras webs. Antes las cookies eran generosas y muy majas pero ahora se han convertido en ese “oscuro objeto del deseo”.

Y es que dependemos de ese querido/a usuario al que siempre hemos defendido como rey y con cuyos datos hacíamos lo que se nos antojaba usando sus datos… sin permiso. Y esa es la realidad. Aunque duela. Así que menos llenarnos la boca con que “el usuario es el rey” porque ni siquiera le hemos pedido permiso para usar sus datos en nuestras estrategias  marketinianas.

Cumplir la nueva política de cookies ha cambiado muchas cosas: reportes que sólo reflejan el registro de sesiones si hay aceptación de cookies con su consiguiente bajada intermensual desde la implementación de los banners legales, ¿dónde está ahora el script de Analytics?, ¿cómo hago ahora para que el usuario acepte las cookies con métodos a veces al límite de la legalidad…

Por todo ello comparto con vosotros mi reflexión y nuestra experiencia desde que decidimos en Valor de Ley ser “legales” en todas las webs de nuestros clientes. Sí, reconozco que no fue fácil y el susto y las implicaciones que suponía nos dieron quebraderos de cabeza. Pero… ¿Quién dijo que nada en nuestra profesión era fácil?

Bajada de sesiones ley de cookies

Bajada de sesiones y reportes al cliente

Debemos saber cómo usar Google Analytics 4, ya que la  repercusión a nivel reportes ha sido enorme y lleva implícita una importante labor didáctica al cliente: “Oye, en los reportes ha bajado mucho el número de sesiones (en muchos casos cerca del 60% respecto a la situación anterior en la que no teníamos el banner de aceptación explícita) pero no te preocupes que los usuarios siguen llegando a tu web. Lo que pasa es que si no aceptan, no se registran sus sesiones”

Parece fácil pero los clientes te miran anonadados pensando ¿Cómo? ¿Me tengo que fiar de lo que me está diciendo o realmente me voy a pique?

Aquí es cuando entra en juego nuestra ética profesional. Una opción sería hacernos los locos y seguir con nuestras flamantes métricas. Y la otra, es ser buenos profesionales y aceptar que esto es así y que mejor cumplir con la legalidad y evitar al cliente futuros sustos traducidos en una bonita multa.

Es que no hay otra. Y si la competencia nos gana en número de sesiones por no cumplir la legalidad, allá ellos. Aquí hacemos las cosas bien. Preferimos estar preparados y anticiparnos para evitar que nuestros clientes tengan problemas.

Muchos compañeros de profesión me dicen que es cosa del departamento legal del cliente y que mientras no les digan nada seguirán registrando cookies aunque sepan que no es correcto. No estoy de acuerdo, todo lo que pase en nuestras webs es responsabilidad nuestra. A veces nos olvidamos que detrás del cliente hay familias, empleados, y que con “el pan no se juega”

Además, es importante ser analíticos y operativos en la lectura de las métricas. Hemos perdido REGISTRO de sesiones, que no sesiones. Si analizamos las conversiones (que en el fondo es lo que importa) ¿Hemos perdido ventas? ¿Leads?

Al respecto os aconsejo que veáis este video de Santiago Alonso y Marina Brocca, mis maestros y de muchos seos en estos aspectos.

Banners de consentimiento de Cookies

El ser legales en nuestras webs ha conllevado un cambio en los banners que teníamos implementados. Si somos dogmáticos, ojo con el textaco que tenemos que poner y con los botones de acción.

Y aquí entran en juego una serie de truquillos con el objetivo de que el usuario pulse instintivamente en nuestro deseado botón de “aceptar”. Es un clásico por ejemplo resaltar el color de “aceptar” más que el de “no aceptar” o el de “configurar cookies”.

Y en esto, ¡Imaginación al poder! Por ejemplo el BBVA disuade al usuario de configurar las cookies advirtiéndole que le va a llevar mucho tiempo  y no añaden el botón “no aceptar”. ¿Quién quiere perder cuatro minutos de su valioso tiempo cuando lo que necesita, por ejemplo, es ver si le han ingresado la nómina?

banner de cookies

Herramientas de medición sin necesidad de Cookies

Y así andamos todos buscando la manera de registrar sesiones sin la previa aceptación de cookies. ¿Se puede? ¡Pues sí!

Hay herramientas para medir sin cookies que se instalan en el servidor por lo que no se envían datos a terceros y además nos permiten hacer tracking sin cookies. Ejemplos: Matomo, Plausible y Phatom.

Este punto merece uno o varios posts aparte y creo no ser la persona indicada, mejor dejar estas cosas a los técnicos 😉

Lo interesante de estas herramientas es que con ellas no precisamos el banner de consentimiento y cumpliremos la RGPD. Como mayor inconveniente que yo veo perdemos datos importantes como, evidentemente, la recurrencia pero si sopesamos creo que es más que interesante usar estas herramientas de medición fuera de Google.

 

Implicación de la Ley de Cookies en la velocidad de carga

No todo van a ser malas noticias o inconvenientes. En Valor de Ley nos gusta ser positivos y encontrar el lado bueno. ¿Y si os dijera que desde que implementamos los banners de aceptación de cookies se mejora la velocidad de carga de la web?

Bueno, es incluso obvio: si no se aceptan las cookies hay menos código que cargar y ello conlleva una repercusión en la velocidad de carga.

Y esto no lo digo yo, me fundo en experimentos que han hecho expertos en implementación técnica del RGPD en páginas webs. Como ejemplo la investigación de Santiago Alonso (TécnicoRGPD) para detectar cuántos datos perdemos siendo legales. En este estudio además de datos y evidencias en los que me he basado para escribir este post, se demuestra que ser legal beneficia a la velocidad de carga. ¡Un aliciente!

Estos fueron los resultados en tiempos de velocidad de carga efectuados por las tres principales herramientas de medición para que no haya dudas:

Velocidad de carga y ley de cookies

En definitiva esto va de adaptarse y no ponerse a patalear. Es como todo en la vida: Nos enfrentamos a lo que hay y nos apañamos con lo que tenemos o nos paralizamos y lloramos. Eso sí, ten en cuenta que el cliente merece nuestra paciencia y responsabilidad. Y el usuario también. No nos olvidemos que con la petición de su consentimiento explícito para cedernos sus datos estamos respetándole más que antes. Y seguro que nos lo agradecerá… aceptando las cookies.

Y ya sabes que si necesitas que te echemos una mano, estamos aquí para ayudarte. Eso sí, siempre con tu permiso.

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